
Montaje by hYs3x.
No te quejes si te quitamos la máscara.
WEB DE CONTRAINFORMACIÓN DEL FLM
El día anterior al fatídico accidente estaba la monja aburrida en el convento, así que su amiga Rigoberta le aconsejó que pidiera una beka o hiciera algún deporte, la esgrima o corred monte abajo. Así fue como la monja se animó y cogió un eskí kuyo dueño padecía de hipo en el campo. Éste no se lo había querido bender porque, aunque era español pero no facha, al preguntarle a la monja de dónde era, ella contestó "de Ceuta yo soy", a él se le puso la cara-de-zombi pues cuando fue de joven al tercio español se hizo enemigo de un subkomandante med-io kabrón que le daba mordisquitos en la cara y klambuterol.
Pero la monja se puso un tra"g"e distinto, un atu-ll-endo mágico de cartó-n-de-felpa con cuadernu de hechizos incluido, y con esa guisa le atrakó amenazándole con una espada de Damocles arFilada. Cuando le tuvo acorralado le dijo "¡Al fin, Golfín, dame el esquí ahora o te rajo de lado a lado!" El vendedor asustado vociferó "¡MalDita niña de las tormentas e hiija de la reina dramática! Simplemente yo esperaba algo a cambio, cuando te coja te via chinchaaar, te vi a meter mi rábano mentolado por el ano". Pero ella le contestó "¡Menuda memez vandolero, muy irreductible, bello-e-hirsuto, pero como no te calles te la vi a cortar en rodaJass!"
Así es como la monja se fue con sólo un esquí a la montaña. De regreso al convento, al cruzar la carretera por un ceda manifiestamente sucio vio el accidente y cómo eloso y los otros culpables del siniestro escapaban. Corrió tras ellos para que kargasen con el delito, les amenazó "¡Aguárdate, no se phiren que les tiro un cantro rodado en la cabeza! ¡Miren a las Maris, toas heridas, no se pueden ni levanthar!". Alguien llamó a una buaambulancia, la vieron tan enfurecida, parecía como si le gus-tara-levitar, que pensaron que se había escapado del Lokero y le dijeron a la enfermera: "Monika ¡MeDíQuela!". Así es como la monja terminó en la kámara policial.
El Oso bárbaro y sus secuaces, viendo cómo atrapaban a la monja y se libraban, sin ni ya socorrer a los heridos, abandonándoles en su agon-í-a, lybres de todo cargo de conciencia, no se conformaron con beber agua de la ffuente que dejaba el agua a ras del suelo y sacaron el champagne. Tras des-contxa-r la botella y brindar por el PJF, se pusieron a jugar a vaqueros Vs indius, hasta que Pep, un koreano del FLM, quebrantó su diversión y juró vengarse hasta lograr una pAx centenaria.
Un monolito santificado por el FLM recuerda en el lugar del accidente los días gloriosos de los dos héroes que dieron su vida por la causa revolucionaria.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
De hYs0 y Semiramis, In Memoriam Extremahor@
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Esta historieta es un homenaje a todos los usuarios de Menéame con los que tantas veces nos hemos cruzado en uno u otro flame; los 199 que aparecen aquí son sólo una pequeña muestra, muchos nicks no hemos sabido encajarlos en la historia, pero el recuerdo es para todos.
Por Wilder (desde Urdinchikistán):
El sepelio era al amanecer, que no es poco, acudió hasta el último mono; los dos ataúdes llegaron en sendos coches de grandisima categoria con gatos ya preparados para conducirlos. En la lápida, por error, se grabó “Aquí murió un turko en
Tras la calma llegó la tempestad, una diminuta pandilla empezó a incordiar; el de Teruel gritó en alto "¡Tengo un ojete voraz!!" y sus amigos se rieron. Alguien les reprobó semejante aberración diciéndoles "No se me rían", pero el chino pequenyín ikki, “el fenix” le soltó con su mal castellano: "Lo del iki ano es una bloma, i ki pol sel un funelal no me voy a dejal de leil". Atónito, un pedazo mathón presumido le dijo “henry ¿tú te chinas?, hijopUtah, no seas Bordín porque te dejo Tumbadito", y dado su tamaño la novia Xina se llevó a su amado del brazo diciéndole “a este capullu, ni kaso”. Del susto, se volvió una aráviga tan amarilla que al verla Juan le dijo ¡No Llorens! Viendo la actitud de esa pandilla, el resto de la comitiva se reunió bajo una holivera del camposanto para consultar al oráculo. Él se eskandalizó y dijo "joors, a ver nenos, estos tíos son unos valdreus, menos habladurías y cuidado con la Roberta, que ai dan ondanadas de hostias en la arena". Así que volvieron áGiles, con los ánimos cargados, tenían ganas al grupito y querían las piernas rompe-rles-y-rasgarles las vestiduras por la ofensa.
Tuvo que poner orden el Benjamín del grupo, trayendo noticias de que la denuncia a la monja era falsa, que los causantes del accidente fueron un Osorojo que tenía la cabeza en las nubes, un cabayoloco, un burroPinto, un bufalo de
Se sabe que la monja al enterarse de todo dijo de su abogado "¡Ke lelo y Antonto!", dejó los hábitos y volvió a gz, al vino tinto, a las ancas de lagonstinos, el arrodz con cacahuetes y las tapas de pulpo enxebres. No rió la monja nunca más a pesar de no parar de fumar marihuana de exterior, engordó tanto que después se quedaba aTorada en las puertas de los bares y tenía mal aliento, Havitaminosis, múltiplex doloris y diarreas varias. Hablaba dospierta y le cOlgaba incluso algo entre las piernas. Tan sólo una vez en Roma rindió cuenta de sus pecados, pero el Papa le soltó "¡Ojú, sor Eustaquia, no profesas fe tú!" y desde entonces ya no quiere saber nada que le eboke su época mýstica y aleccionamiento eclec-siás-tico.